ESOTERISMO DE LAS LETRAS


El misterio del mundo, o, hablando más inteligentemente, el misterio del
conocimiento de la palabra y su genuino uso, requiere la forma más alta de
iniciación que existe. En todo tiempo, el que ha sido llamado ¨maestro de la
palabra¨, ha sido siempre el iniciado más alto, el sacerdote más alto, el
verdadero representante de Dios. Cada sistema religioso, cada iniciación,
considera el conocimiento de la palabra como el conocimiento más alto. Incluso
con relación a Jesús encontramos que su discípulo favorito está comprometido
con la palabra, y así con La Qabbalah, lo que eventualmente está también
descansando en su evangelio, donde como dije antes, puedes leer literalmente,
¨En el comienzo era la palabra y la Palabra estaba con Dios¨, etc. No hay otro
discípulo de Cristo que haya sido así profundamente iniciado dentro del misterio
de la palabra como fue San Juan. Siendo ¨maestro de la palabra¨, es capaz de
obrar los milagros más grandes, y como el evangelio dice, este fue el único
discípulo que murió de muerte natural. El en si mismo podría efectuarlo solo
porque fue cabalista, un perfecto maestro de la palabra. Todos los otros
discípulos sufrieron muerte como mártires. Como la tradición nos dice, varios
otros iniciados también han sido maestros de la palabra miles de años antes de
San Juan.
Cada palabra consiste de letras y cada letra, desde el punto de vista esóterico,
expresa una idea y así algún tipo de poder, cualidad, etc., lo que, sin embargo,
no puede ser expresada por solo la letra, sino también por el número análogo a
la ley universal. Así la legalidad es aclarada por números, e ideas viene a la luz
por letras. El significado de cada letra es análogo a los tres mundos conocidos
por nosotros. Ya que el cabalista es capaz de expresar el sentido de una idea
por medio de letras, y ya que conoce muy bien lo que cada número representa
para la idea pertinente, las letras tienen un significado muy diferente para el,
del que tienen en el lenguaje intelectual. Así, bajo las leyes universales, las
letras ganan un significado qabbalístico. Este conocimiento de las leyes
universales es posible traducirlo para el cabalista para expresar varias cadenas
de pensamientos por las letras, y así por los números análogos a ellas. Una
palabra que tiene referencia a las leyes absolutas y que es compuesta en
analogía a y por medio de las letras y números pertinentes una palabra
cabalista; i.e., un palabra expresada en el lenguaje cósmico. Ser capaz de
formar una palabra cabalista, uno debe precisamente conocer la completa
analogía de letras y números.
En la parte práctica de este libro, el cabalista será enseñado a usar
exactamente cualquier palabra compuesta de acuerdo a las leyes universales
con relación a los mundos mental, astral y material y con relación a los
elementos. Aprenderá a expresar palabras, y consecuentemente también
frases, no solo intelectualmente, i.e., por su inteligencia, sino por su
personalidad toda. Solo una palabra expresada en tal manera tendrá un efecto
creativo. La correcta pronunciación de las letras en el espíritu de uno, en el
alma de uno, y más tarde en el cuerpo de uno, es la real, verdadera fundación
de la práctica de la Qabbalah Mística.

En orden a llegar ser efectivamente creativo, el cabalista debe aprender a
hablar como un niño que puede solo balbucear en el comienzo y más tarde a
pronunciar solo letras y palabras. Las letras tienen su significancia análoga en el
mundo mental, astral y material y además en los distintos planos y jerarquías, y
el cabalista debe aprenderlo y finalmente tener comando sobre ellos. Desde
estas palabras uno puede ver que el teórico, quien es capaz solo de pensar
intelectualmente y que solo comprende las letras, palabras y frases con si
intelecto, nunca será capaz de llegar a ser un genuino cabalista.
Correspondiendo a su estado de madurez, solo será capaz de entender la
Qabbalah meramente del intelectual, i.e., punto de vista filosófico. El cabalista
prácticamente, sin embargo, será capaz de entender y hacer uso del sentido de
cada letra, de su idea y legalidad (número). El estudio de La Qabbalah
comienza con lo esóterico de las letras. Cuando se crean ideas Fuera de su
Propio Yo y las arregla de acuerdo a las leyes universales, Dios formando letras,
y con las letras-números que tienen una conexión exacta y análoga de una a
otra y representa todo el universo desde los más alto a lo más bajo. La aserción
de Hermes Trismegisto ¨como es arriba, es abajo¨ aparece muy razonable
desde el punto de vista cabalístico. Las letras que Dios usa para la creación
desde Su Propio Yo, las ideas que lo contentan a El, son claramente explicadas
en el Libro de la Creación, en el Sepher Jetzirah.
En el punto de la creación, sobre todas las cosas, diez ideas principales vienen
dentro del ser, lo que, en Qabbalah, están reflejadas por el llamado Sephiroth.
Número diez, por ejemplo, es una refle xión de Dios en la forma más alta y la
emanación más baja. Conociendo las leyes de la analogía, el cabalista
entenderá lo que quiero significar por apuntar esto en relación a las diez ideas
principales, el hombre tiene diez en las manos y diez en los pies. Ya en este
punto, el cabalista conjeturará cierta elación o una conexión análoga entre las
ideas del principio divino y el Sepher Jetzirath. El hecho que cada número
matemático en nuestra tierra pueda ser reducido a los números 1 a 9 por la
suma (total de los dígitos) tiene también una coherencia análoga cabalística. En
la Qabbalah Hebrea, por ejemplo, combinaciones numéricas fueron conocidas
como Gematria. Sin embargo, yo solo mencionaré lo esencial que sea necesario
para la aplicación práctica de la Qabbalah Mística, i.e., por el uso de la palabra
cabalística. Quien esté solo ansioso por aprender acerca de la combinación
numérica especial considerando las líneas de versos en la literatura Hebrea
puede, si así lo desea, recurrir a la literatura relevante de combinaciones
numéricas.

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